No tendré nada y seré feliz

"No tendré nada y seré feliz"

Me pidieron que me encerrara en mi casa, y yo tragué.

Me pidieron que me pusiera un trapo en la boca, y yo tragué.

Me dijeron que los demás eran peligrosos para mi salud, y yo me lo tragué.

Me dijeron que me aislara socialmente (hasta de mi propia familia), y yo tragué.

Me pidieron que pusiera el brazo para ser inyectado con algo que me iba a salvar la vida, y yo tragué.

Me pidieron que pusiera el brazo por segunda vez, y yo tragué.

Me pidieron que pusiera el brazo por tercera vez, y yo tragué.

Si me piden que lo ponga 20 veces más, tragaré. Para salvar mi vida y la de los demás.

Me hicieron creer que todo estaba infectado y me convertí en nosofóbico.

Subieron el precio de todo lo que compraba, y yo tragué.

No podía encender la calefacción de mi casa, pero tragué.

Cuando no pude pagar la factura de la luz, seguí tragando.

Cuando no pude usar mi coche, porque ya no podía pagar la gasolina, tragué.

Me dijeron que el dinero estaba infectado, así que pagué siempre con tarjeta.

Luego el dinero físico (monedas y billetes) dejó de existir, porque nadie lo usaba ya.

Todo mi dinero pasó a ser digital, cifras en la pantalla de un ordenador o un móvil.

Todo lo que pagaba pasó a estar controlado, todo lo que ingresaba estaba controlado. Me lo tuve que tragar.

Cuando me empezaron a cobrar comisiones y expropiar mi dinero, no pude hacer nada, porque no podía sacarlo. Me lo tuve que tragar.

Tuve que adaptarme y vivir cada vez con menos. Ahora ya no me queda casi nada, lo mínimo para sobrevivir. Me lo tengo que tragar.

Recuerdo que hace tiempo pude elegir entre tragar y no tragar, ahora sólo me queda una opción. Tragar.

Hoy es 1 de enero de 2030. Hace tiempo que no tengo nada, pero me han dicho que seré feliz.