La importancia del silencio en el proceso creativo.

Hablando con personas creativas siempre llegas a la misma conclusión cuando te cuentan sus experiencias a la hora de escribir un libro, hacer una investigación para una revista especializada, escribir una composición musical, organizar los contenidos para una asignatura, etc. 

Siempre requieren silencio, estar apartados del ruido, apagar el teléfono y todos los dispositivos electrónicos que les puedan ocasionar interrupciones, y en algunos casos, incluso desplazarse a lugares donde otras personas no puedan llegar a interrumpir.

Es por ello que, en la actual sociedad en la que vivimos (en Occidente), se hace imposible el proceso de la creación. Hay demasiado ruido, aplicaciones móviles, mensajes y notificaciones, videos anodinos de 10 segundos, sonidos diseñados para atraer tu atención...

Cuando todo eso no existía, concentrarse en una tarea era más fácil, o por lo menos, era más difícil distraerse del objetivo que se tenía. Además de que los seres humanos que nos preceden tenían un temperamento y voluntad mucho más fuertes. "Tiempos difíciles crean a hombres fuertes, hombres fuertes crean buenos tiempos, buenos tiempos crean hombres débiles, y hombres débiles crean tiempos difíciles"  Ahora estamos creando tiempos difíciles.

Grandes obras de la literatura y la música se han creado en la soledad y el aislamiento de una celda de castigo, una cabaña perdida en la montaña, o el camarote de un barco navegando en mitad del océano.

Sin llegar a extremos de acabar en una celda de castigo, lamentablemente la búsqueda del aislamiento voluntario, para alcanzar el objetivo de ese encuentro con el proceso creativo, se da cada vez con menos frecuencia. El ser humano actual es demasiado hedonista como para buscar activamente el aislamiento, el cual en la mayoría de los casos, obliga a salir de la zona segura de la comodidad del sofá, la conexión a Netflix y la pantalla de plasma de 42 pulgadas, acompañados de una copa de vino y una tableta de chocolate.

Todo ello implica un inexorable y gradual deterioro de la cultura, de la generación de nuevas ideas que nos hagan prosperar, del progreso humano, de las capacidades mentales y del razonamiento. Parece como si la Humanidad ya hubiera llegado a su punto de máximo esplendor, que ahora esta viendo desaparecer en la lejanía, como si hubiera sido lanzada en un vehículo que describe una parábola, que ha alcanzado su punto de inflexión y ahora se precipita en un descenso vertiginoso y exponencial hacia la más absoluta decadencia moral y cultural. En ello estamos.

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Este texto ha sido creado por un humano, aunque la fotografía ha sido creada con la ayuda de una IA, que seguramente haya copiado vilmente el trabajo de otro humano.