Así se juega. Queda demostrado, pues, que el Real Madrid es perfectamente capaz de ganar al waka Brasa en su propio terreno (Camp Mou), contra los oscuros aliados (todos los demonios despertados por el Villarato) del equipó culé, y aun a costa de sus propios temores más internos e insidiosamente alimentados por pasados hechos traumáticos. Que lo ocurrido en el partido de vuelta efectivamente advere todas estas afirmaciones no hace más que darnos la razón al respecto y demostrar precisamente una suposición que poco a poco va haciéndose hueco en el corazón del aficionado blanco (y de blanco corazón): que el Madrid tiene equipo este año para ganar Liga y Champions, y hasta Copa si no hubiera sido por la mala fortuna y un rácano planteamiento en el vergonzoso partido de ida disputado en el sagrado Bernabéu. Pero así están las cosas. Mou enrabietado, asaeteado y acicateado por prensa y topo(s), indignado, encocorado, y haciendo lo que todos le demandaban desde hacía tiempo: perder el miedo, olvidar de una vez por todas aquel resultado bochornoso de tan infausto recuerdo, y hacer acopio de coraje y valor para dar rienda suelta al propio talento contenido. Y al hacerlo, ¡¡¡qué espectáculo!!! Qué sublime juego el del equipo galáctico, achicando espacios, presionando con sentido, defendiendo con criterio y contundencia, remontando un resultado muy adverso y poniendo contra las cuerdas a un rival acongojado que acabó refugiado presa del pavor y la incredulidad. Y todo ello nacido del propio convencimiento, amén de haber seguido a pie juntillas todas nuestras recomendaciones (ver artículo deportivo anterior), y muy probablemente gracias también a:
1) Un acertadísimo planteamiento ofensivo con una asfixiante presión inicial a la salida del balón.
2) Una disposición coherente de los jugadores perfectamente sincronizada con sus propios talentos individuales.
3) Una motivación adecuada, no excesiva, para afrontar un encuentro de máxima exigencia y circunstancias imprevisibles.
Higuaín marró una clarísima ocasión al poco de iniciarse el encuentro, y valga en su descargo que esa ocasión la generó él mismo, pues cualquier otro delantero no se hubiera aproximado con esa fe a un balón aparentemente intrascendente. No fue su día pero lo intentó. El gran Cristiano abrió el camino de la remontada y a punto estuvo de suceder la épica hazaña si, tras el segundo de Benzema, el Madrid hubiera estado algo más acertado en algún centro desde la banda o si, tal vez, el árbitro hubiese decidido dignificar su cargo al pitar un posible penalti cometido sobre el autor del empate. Sea como fuere, el partido concluyó con la consabida igualdad a dos tantos y el bulto sospechoso pitando falta y final, todo seguido, en un acto más de agravio comparativo y tortura psicológica para el seguidor blanco.
Pero más allá de todo ese anecdotario perteneciente a lo más oscuro del Villarato, más allá del atosigamiento de una prensa podrida y, ella sí, plagada de topos braseros y chocarreros, queda la luminosidad, la brillantez límpida de un grupo de jugadores capaces de demostrar al mundo y, sobre todo, a ellos mismos, la grandeza del fútbol que su enorme talento atesora y, en caso de necesidad, despliega. Un vendaval de potencia, destreza, entrega, precisión y furia asoló la hasta ese momento fortaleza aparentemente inexpugnable mientras el resignado público, atónito y estupefacto, se rendía a la evidencia que le devolvía su incrédula mirada: estamos siendo superados por el mejor equipo del mundo. He ahí el auténtico insight que allí, en aquel territorio baldío y exangüe, tuvo lugar ante la retransmisión global del magno evento: el Madrid ya domina y dominará el fútbol mundial. Así ha de ser y así será. ¿A qué viene ese mohín de desaprobación llevando esas gafas tan ridículas?
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
#2
Fe de erratasadmin el 6 feb 2012 |
El anterior comentario está lleno de errores ortográficos, de puntuación, le falta clase, educación y respeto. También adolece del estilo elegante y refinado que caracteriza a las publicaciones de parentesys.es Las correcciones son: Habrían (es difícil cometer dos errores en una palabra tan corta, pero lo has conseguido!) - Tuvierais (el pretérito imperfecto de subjuntivo del verbo tener, a lo mejor cometes este error porque ves demasiados videos de mandriles en Youtube) - Sois (del presente de indicativo del verbo ser) Ahora repite conmigo: NO VOLVERE A COMETER ESTOS ERRORES NUNCA MAS |
#1
boboyo el 5 feb 2012 |
pero tu que partido viste bobalicon, el mandril jugo lo que le dejo el Barça, si el barça hubiera necesitado meteros 5 goles os lo abrian metido tonto, y si no tubierais a la mafia de vuestro lado, hubierais tenido que jugar ese partido con los juveniles por carniceros.. menudo equipo violento y mediocre.. sin violencia ni ayudas arbitrales no soys nadie y os lo demostraremos en la champion, con arnitros neutrales.. |