El Camino de Santiago en 11 días
Etapa 1: De Astorga a Rabanal del Camino
Abandona el Camino Astorga y comienza una nueva jornada en la que conduce al peregrino, en primer lugar, hasta Valdeviejas. Antes de entrar en esta pequeña población el caminante pasará al lado de la ermita del Ecce Homo. Después, ya en el municipio -que tuvo hospital de peregrinos- verá su iglesia de San Verísimo cuyo retablo del siglo XIV se exhibe en el Museo de los Caminos de Astorga.
La Ruta cruza más tarde Murias de Richivaldo y llega a Castrillo de los Polvazares, villa que posee un impresionante conjunto arquitectónico en el que permanece impasible el espíritu maragato, y donde se conservan los restos de un castro romano.
Posteriormente, el trayecto avanza hacia Santa Catalina de Somoza, ejemplo de pueblo jacobeo, con sus casas a ambos lados del camino. Tuvo un Hospital denominado Grande por los lugareños. En sus cercanías se encuentra el monte Teleno, dedicado a Marte por los romanos. Después de dejar atrás este pequeño municipio, el Camino entra por la Calle Real en El Ganso donde en 1142 hubo un Hospital y Monasterio. En su iglesia de Santiago destaca la Capilla dedicada al Cristo de los Peregrinos. Un par de kms. más adelante se conservan en buen estado las ruinas de La Fucarona, explotación aurífera de los romanos.
Continúa la Ruta Jacobea su recorrido y llega a Rabanal del Camino -fin de trayecto por hoy-, en cuya entrada aparece una casona que en época medieval fue Hospital de Peregrinos. También se halla aquí una casa, la de las Cuatro Esquinas, en la que se afirma se alojó Felipe II. El viajero puede entrar a orar en su ermita de San José, o en su iglesia parroquial templaria, con restos del siglo XII
Etapa 2: de Rabanal del Camino a Molinaseca
Tras abandonar Rabanal, el Camino de Santiago continúa su recorrido por tierras leonesas. El primer pueblo que cruza en esta etapa es Foncebadón, enclave de gran importancia durante la Edad Media, pero hoy abandonado. Aquí se celebró un concilio en el siglo X, y un siglo después el ermitaño Guacelmo fundó una hospedería para peregrinos. A pocos Kms. del municipio, en una cumbre que los romanos dedicaron a Mercurio, se alza la Cruz de Ferro, un gran montículo de piedras con una cruz de hierro clavada en un palo en lo alto. Es tradición depositar aquí una piedra traída del lugar de origen del caminante.
El recorrido avanza y llega a Manjarín, otro pueblo abandonado y que tuvo también un Hospital. La Ruta cruza después El Acebo, en cuya entrada se halla la Fuente de la Trucha. Sorprenden sus casas, con escalera exterior y tejado de pizarra. Mientras que en su iglesia parroquial se atesora una talla románica de Santiago peregrino. Cerca de este municipio se halla Compludo, donde San Fructuoso fundó en el siglo VII su primer monasterio.
Se conserva su herrería medieval que funciona con agua. El trayecto continúa y lleva al caminante a Riego de Ambrós, donde se pueden visitar las ermitas de San Fabián y San Sebastián y su iglesia de la Asunción. Finalmente, el caminante llega al final de la etapa de hoy que se sitúa en Molinaseca. Al entrar en esta hermosa villa -cruzando por un puente románico- lo primero que se ve son las ruinas del Santuario de las Angustias. Y una vez en el pueblo no se puede dejar de admirar sus casas blasonadas y con torres, entre las que se cuenta la que habitó la reina Doña Urraca. También destacan la casa de los Balboa, el Hospital y el crucero con capilla del Santo Cristo que hay al final de pueblo.
Etapa 3: de Molinaseca a Villafranca del Bierzo
El Camino abandona Molinaseca e inicia el recorrido de esta nueva jornada atravesando en primer lugar la pequeña población de Campo, donde se halla la ermita del Santo Cristo, para posteriormente entrar en la conocida ciudad leonesa de Ponferrada. A esta ciudad, con antecedentes prehistóricos y romanos, se entraba en la Edad Media por dos accesos: por el puente romano del río Boeza, que se hundió en el siglo XVIII; o bajando por el camino de los Gallegos y cruzando después el río por el puente medieval del Mascarón.
A finales del siglo XI el obispo de Astorga, Osmundo, mandó construir un nuevo puente "la Pons ferrata", un paso con barandilla de hierro que dio nombre a la ciudad. Más adelante, entre los siglos XI y XIV, se alzó el castillo de los Templarios, y a finales del siglo XV, los Reyes Católicos mandaron edificar el Hospital de la Reina, cerca de la fortaleza. Destacan también en esta monumental villa la Basílica de Nuestra Señora de la Encina, S. XVI -erigida para conmemorar la aparición de esta virgen en un encinar-, y la iglesia barroca de San Andrés, S. XVII, con un maravilloso retablo del siglo XIII, "El Cristo de las Maravillas".
Una vez recorrida esta ciudad, el caminante continúa su recorrido hasta Columbrianos, donde se conserva su calzada romana; para cruzar después Fuentesnuevas, con su ermita del Campo; y entrar posteriormente en Camponayara, un pueblo importante en el camino. Tuvo dos hospitales durante la Edad Media.
La Ruta sigue después su trayecto hasta Cacabelos, donde lo primero que se ve es la ermita de San Roque; luego la iglesia de Santa María, S. XIII-XVI, con una talla de la virgen del siglo XIII. También destaca el Santuario de la Quinta Angustia, neoclásico del siglo XVIII, con Hospital de Peregrinos.
La etapa de hoy finaliza en Villafranca del Bierzo, ciudad fundada en el siglo XI y donde tuvo una notable presencia la Orden de Cluny. El peregrino puede disfrutar aquí de la Colegiata de Santa María, S. XIII-XVI; de las iglesias de Santiago, S. XII, y San Nicolás; y de la Calle del Agua, repleta de palacios y casonas con blasones. También hay que visitar el Castillo-palacio de los Marqueses.
Etapa 4: de Villafranca del Bierzo a Cebreiro
Al finalizar la etapa de hoy el peregrino habrá alcanzado tierras gallegas. La Ruta abandona Villafranca del Bierzo, e inicia el recorrido cruzando primero Pereje, municipio de aspecto medieval, para entrar después en Trabadelo, población que perteneció a la Iglesia de Compostela tras ser donado por Alfonso III y en el que se alzó el Castillo de Auctares. Continúa después el trayecto por Vega de Valcarcel, en plenos Ancares leoneses. Esta villa nació a la vera de los castillos de Sarracín, aún se conservan algunas ruinas, y de Veiga, ambos llenos de leyendas celtas. Se cuenta además que en el año 1520 se alojó aquí Carlos V.
Cerca ya de Lugo, el Camino cruza Ruitelán, con su Capilla de San Froilán, que según relatan las leyendas populares estuvo aquí de ermitaño. Entra después el viajero en Herrerías, llamado así porque antiguamente hubo muchas en su suelo. Posteriormente, el trayecto discurre hasta La Faba, desde aquí ya se divisa la cumbre del Cebreiro, meta de la etapa vigésimo cuarta. El último pueblo leonés que cruza la Ruta Jacobea es Laguna de Castilla.
Entra el peregrino en tierras gallegas por Lugo, ya está más cerca de Santiago. El primer pueblo lucense que recorre el Camino es Cebreiro, situado a 1.300 metros de altitud. Se conserva aquí un núcleo de "pallozas" -viviendas prerrománicas de forma circular y techo de paja- y un bonito templo prerrománico de los siglos IX-X, en el que se puede admirar el Cáliz, la Patena del "Santo Milagro" y una preciosa talla románica de Santa María la Real. Así mismo, se puede visitar el Museo etnográfico, situado en una pazolla.
Etapa 5: de Cebreiro a Triascatela |
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Etapa 6: de Triacastela a Sarria
Esta vigésimo sexta etapa se puede comenzar por Samos, que no se encuentra en la ruta tradicional del Camino Francés, pero resulta imprescindible hacer una visita a la abadía benedictina de San Xulián de Samos, S. VI-XVIII. Este importante monasterio está situado en el valle del río Ouribio rodeado de un entorno natural que lo engrandece y envuelve en el misterio. Impresiona su maravillosa fachada neoclásica.
Destaca también por el tamaño de sus clautros, el de las Nereidas, del siglo XVI, posee una hermosa fuente. La Capilla del Ciprés es una de los elementos más antiguos del cenobio, es del siglo X. Una vez abandonado Samos, el caminante retoma La ruta y se dirige a Balsa, con su ermita de Nuestra Señora de las Nieves. Después, cruza San Xil, a través de un paisaje pintoresco lleno de castaños y robles. Se alza en este pueblo una iglesia románica que guarda un cáliz del siglo XV.
Continúa el trayecto del Camino por Montán, donde se encuentra una iglesia de nave románica y el peregrino puede beber de su Fuente do Chafarico. Y posteriormente atraviesa el caminante Furela, con una capilla dedicada a San Roque; Pintín; Calvor, posee numerosos restos prehistóricos; Aguiada; San Mamed del Camino; y San Pedro del Camino.
Tras dejar atrás este último pueblo, el camino conduce al romero a Sarria, último enclave de la etapa de hoy. Destaca en esta villa -donde falleció Alfonso IX, en 1230, mientras realizaba el Camino-, su casco antiguo, en la parte alta de la ciudad, de fuerte carácter medieval. El viajero también puede visitar la iglesia de El Salvador, de planta románica y fachada gótica; la ermita de San Lázaro; el Hospital de San Antonio, hoy destinado a Juzgado; y los restos de su antigua fortaleza, del siglo XIV.
Etapa 7: de Sarria a Portomarín |
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Etapa 8: de Portomarín a Palas de Rey
Tras abandonar Portomarín el peregrino vuelve al Camino, que recorrerá lentamente numerosas aldeas que pueblan, no solo Lugo, sino toda Galicia. En esta etapa cruza Toxibó; Gonzar; Castromayor; Hospital da Cruz; Ventas de Narón, enclave importante en la época medieval, en sus tierras se produjo una cruenta batalla entre cristianos y árabes en el año 820; Prebisa; Lameiros, donde se puede detener el caminante para visitar su Capilla de San Marcos y admirar un hermoso crucero.
La Ruta avanza en esta jornada y entra en Ligonde, población en la que pararon en su peregrinaje Carlos V y Felipe II en 1520. Muestra de la nobleza de esta villa son sus casas blasonadas. Tuvo, por supuesto, Hospital, en cuyo recuerdo se alza en el solar que ocupó una sencilla cruz de piedra. También se puede visitar la iglesia de Santiago, con su antiguo cementerio de peregrinos.
Continúa el recorrido hacia Portos, donde el romero puede dejar por un momento la Ruta Jacobea principal y acercarse a Vilar de Donas, población en la que se alza majestuoso un valioso templo románico con pinturas góticas del siglo XVI. Destacan, así mismo, los bustos de las "donas" o señoras que fundaron la casa y su ábside central del siglo XIV, que guarda varios sarcófagos de Caballeros de la Orden de Santiago. Conserva además, un retablo de piedra que representa el milagro eucarístico de O Cebreiro.
Tras retomar el Camino principal, el trayecto sigue su trazado original y cruza Lastedo y Valos antes de alcanzar Palas de Rei, meta de la etapa vigésimo octava. Villa destacada durante el medioevo -llegó a contar con un Hospital Real- se puede visitatar en ella la iglesia de San Tirso con portada románica. A la salida de esta población está el Campo dos Romeiros, donde según la cuenta la tradición, se reunían todos los peregrinos para comenzar una nueva etapa.
Etapa 9: de Palas de Rey a Arzúa |
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Continúa la Ruta su recorrido por tierras coruñesas hacia Carballal, Ponte das Peñas, Raído, Bonete y Castañeda, donde estaban los hornos de cal para la construcción de la catedral de Santiago, a cuya obra contribuyeron los peregrinos cargando en su morral una piedra desde los montes de Triacastela, aumentando así su penitencia. Llega después el Camino atravesando un puente medieval a Ribadiso, y tras esta población llega el romero al final de la etapa de esta jornada, Arzúa. En ésta villa el caminante además de un hermoso paraje, puede disfrutar visitando la Capilla gótica de la Magdalena, único resto del antiguo convento de los agustinos. |
Etapa 10: de Arzúa a Rúa
Comienza el peregrino alborozado la etapa de este día, mañana entrará en Santiago de Compostela, donde además de visitar en primer lugar el sepulcro del Apóstol Mártir, le esperan otras muchas maravillas. La próxima etapa además de emocionante, por toda la carga espiritual y sentimental que tiene, resulta también agotadora. Por ello, el recorrido de hoy es breve y tranquilo, hay que reservar fuerzas.
Inicia el Camino su trayecto por Las barrosas, donde se encuentran la ermita de San Lázaro y el Molino de los Franceses. Cruza posteriormente Calzada, Calle y Salceda, donde el romero puede detenerse un momento para homenajear al peregrino belga fallecido aquí repentinamente el 23 de agosto de 1989, en su honor se ha levantado un pequeño monumento. Posteriormente el trayecto entra en Brea y después en Santa Irene, para finalizar su recorrido en Rúa.
El Camino ha llegado al final de la etapa de hoy, el peregrino antes de ir a descansar puede pasear tranquilamente por este pequeño pueblo.
La emoción se refleja en la cara de todos, el cansancio acumulado durante estos 30 días de peregrinación no se nota. En la mente, el recuento de todas las cosas que hay que ver en Santiago tras la visita al Apóstol y recoger el diploma que certifica que se ha hecho la Ruta Jacobea. En Compostela les espera la Catedral, la Plaza del Obradoiro, el Antiguo Hospital Real de los Reyes Católicos, la Rúa de San Pedro... También tendrá tiempo de degustar la deliciosa cocina gallega.
Etapa 11: de Rúa a Santiago de Compostela |
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Pronto llegará el caminante ante la Catedral, el destino largo tiempo anhelado. Esta obra maestra de la arquitectura es el monumento más importante del románico. A través de la fachada del Obradoiro se accede al Pórtico de la Gloria, y ya dentro solo queda dejarse llevar por las emociones que produce ver las valiosísimas y hermosas obras de arte aquí guardadas. Una vez fuera de la catedral, en la Plaza del Obradoiro, el caminante podrá sorprenderse con los magníficos edificios que la rodean, y que hablan de los mil años de historia y arquitectura de la ciudad: el Colegio de San Jerónimo, fundado en 1501; el neoclásico Pazo Raxoi, construido en 1766 y el Antiguo Hospital Real, hospital para peregrinos patrocinado por los Reyes Católicos y edificado a principios del siglo XVI. Estas son algunas de las maravillas que puede disfrutar el peregrino en esta histórica ciudad. |
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