Insigne matemático, físico, filósofo y escritor francés se le deben las leyes del equilibrio de los líquidos, el triángulo aritmético, el cálculo de probabilidades, la prensa hidráulica y la teoría de la ruleta nombre que Pascal dio a la cicloide (curva plana descrita por un punto dado de una circunferencia cuando esta rueda por una línea recta).
El científico francés Blaise Pascal fue considerado un genio precoz ya que, cuando contaba con tan sólo dieciocho añitos de edad inventó una máquina de calcular. Respecto a su familia, su madre falleció cuando él tenía tres años y a consecuencia de esta trágica pérdida el padre de Pascal adopta la decisión de trasladarse a la capital francesa, París allá por el año 1630. El pequeño genio pronto se interesó por aquella parte de las matemáticas que trataba de las propiedades y medida de la extensión, es decir, el espacio ocupado por un cuerpo geométrico… ¿se acuerdan?... hablamos de la Geometría. Pues bien, el pequeño Pascal no sólo se inició muy prematuramente en el mundo de la geometría sino que, por recomendación expresa de su padre se introdujo en el círculo de Mersenne, la Academia, a la que él mismo pertenecía. Mantener un estrecho contacto y unos sólidos lazos de unión con la Academia le brindaron a Pascal la posibilidad de familiarizarse con las ideas, por ejemplo de Girard Desargues y que en el año 1640 redactara su Ensayo sobre las cónicas (Essai pour les coniques), que abarcaba lo que hoy día se conoce como teorema del hexágono de Pascal. Su padre fue elegido como comisario del impuesto real lo que supuso el traslado inmediato a Ruán, donde el joven francés Pascal desarrolló un nuevo interés por la construcción de una máquina de sumar y por su diseño; hoy día se conservan varios esbozos del modelo que inventó, algunos de ellos se emplearon más tarde en las modernas calculadoras mecánicas que tanto hemos utilizado en los tiempos que corren y que nos han servido y ayudado a resolver los difíciles problemas matemáticos… una muy buena invención sin duda… Allí, en Ruán, Blaise Pascal empezó a sentir el cosquilleo y a interesarse por una ciencia tan compleja como lo es la física y, en especial, dentro de este saber le picó el gusanillo por la hidrostática (parte de la mecánica que estudia el equilibrio de los fluidos) donde emprendió sus primeros experimentos sobre el vacío. En ese momento intervino en la polémica que se cernió en torno a la existencia del horror vacui en la naturaleza, en la que la ciencia premoderna defendía que la naturaleza aborrecía el vacío. También realizó importantes experimentos (en especial el del Puy-de-Dôme en el año 1647) en apoyo de la explicación ofrecida por Torricelli al funcionamiento del barómetro. Según el Diccionario de la Real Academia Española "barómetro": instrumento que sirve para determinar la presión atmosférica y junto a esta definición yo añadiría estos nombres: Evangelista Torricelli, Florin-Périer cuñado de nuestro científico francés y el propio Blaise Pascal. Estos inquietos científicos llevaron a cabo un experimento para demostrar que la presión que el aire ejercería en la cumbre de la montaña Puy-de-Dôme tendría que ser menor que la existente al pie de la misma, ya que la columna de aire tendría que ser más corta en el pico. Los resultados fueron concluyentes: la columna de mercurio descendía a medida que se subía a la montaña. Este crucial experimento no sólo respaldaba el nuevo modelo, sino que refutaba al antiguo: si fuera resistencia al vacío interno lo que sujetaba la columna de mercurio, ésta no debería variar al subir la montaña.
Todos estos ensayos facilitaron la invención de los barómetros, altímetros y manómetros e hicieron surgir la idea de que era posible ascender en el espacio utilizando globos llenos de aire caliente o gases ligeros. No obstante, gracias a estas importantísimas aportaciones científicas que nos han dejado estos grandes genios, entre ellos nuestro Pascal, hoy día podemos estudiar y ampliar más nuestros conocimientos a cerca de los orígenes de la presión atmosférica. El científico francés se había ocupado de las propiedades del triángulo aritmético hoy llamado de Pascal y que da los coeficientes de los desarrollos de las sucesivas potencias de un binomio; su tratamiento de dicho triángulo en términos de una "geometría del azar" lo convirtió en uno de los fundadores del cálculo matemático de probabilidades. También elaboró su estudio de la cicloide, que resultó un relevante estímulo en el desarrollo del cálculo, pero esta vez, diferencial. Blaise Pascal contrajo una enfermedad que le obligó a regresar a París en el estío de 1647. El diagnóstico aconsejado por los médicos fue el de la distracción así que, el genio francés se adentró en un período mundano que desembocó en una experiencia mística; convencido de que el camino hacia Dios estaba en el cristianismo y no en la filosofía, Pascal abandonó su trabajo científico casi por completo. El deterioro de su salud no le impidió, por completo, que redactara notas dispersas relativas a él que más tarde fueron recopiladas en sus famosos Pensamientos (Pensées sur la religión, 1669). París fue el lugar escogido por los astros para que en el año 1662, cuando contaba con tan sólo 39 años, se fuera definitivamente Blaise Pascal. El mundo perdió un hombre pero la ciencia ganó las grandes aportaciones científicas que este genio nos dejó. |
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