- La SGAE no significa Sociedad General de Autores como se escribe con demasiada frecuencia en blogs y sino Sociedad General de Autores y EDITORES. Esta confusión es típica y alimentada por la propia SGAE para hacernos creer que se trata de la misma entidad que lleva funcionando desde 1899 cuando se fundó con el nombre Sociedad General de Autores Españoles. Hace muy pocos años cambiaron la E de “españoles” por “editores”. De esta manera pertenecen a la misma sociedad los que pueden imponen los contratos a los artistas y los artistas. Visto así no es de extrañar que las declaraciones de los artistas coincidan tanto con los deseos de los editores de discos, aunque se empeñen en decir que todo parecido es puramente coincidencial.
- La SGAE es una especie de sindicato vertical. No todos pueden votar y algunos de los que votan tienen más votos, como las discográficas, de manera que sólo los más poderosos de sus miembros tienen al final poder de decisión en las políticas que propugnan.
- El canon no existe porque la gente compre copias piratas, y mucho menos porque se descarguen contenidos de Internet. El canon se llama “compensación por copia privada” está definido por la Ley de Propiedad Intelectual como la copia que se hace sin necesidad de permiso del autor para uso privado y sin ánimo de lucro de obras con copyright restrictivo accedidas legalmente. La copia privada es legal y el canon no legitima de ninguna manera comportamientos delictivos como el comercio del top-manta. Si existe el canon es por la ley que han legislado nuestros políticos.
- La SGAE hace lo que los políticos le dejan hacer. Muy frecuentemente, como para quitarse responsabilidad de las iniciativas impopulares que llevan a cabo, dicen que hacen lo que la ley les encomienda hacer. Bueno, esto es cierto hasta cierto punto, pero es indudable que se exceden en su celo y muchas veces cruzan la legalidad. Por otro lado los políticos son presionados por miembros de la SGAE que se jactan de “desayunar con los ministros cuando quieren”. Muchos premios que otorga la SGAE han sido a miembros de los sucesivos gobiernos de España. La responsabilidad no es pues de unos o de otros, sino de ambos, pues las leyes que hacen los legisladores son las que que la SGAE y otros grupos encomiendan hacer.
- La SGAE cobra el canon porque la ley así lo establece. Esto lo podría hacer fácilmente una agencia gubernamental, como ocurre en otros países, pero se ha preferido privatizar esta gestión de manera que lo que recaudan, como el canon, se puede considerar un impuesto privado. También da pie a que se pueda sospechar sobre el destino final de lo recaudado. Pero además no sólo existe la SGAE, hay más entidades de gestión que tienen derecho a recaudar por conceptos similares. Que alguien pague a la SGAE no le exime de tener que pagar a otras sociedades del estilo y por conceptos análogos.
- La SGAE cobra en conciertos benéficos y normalmente lo hace sin excepción. Normalmente cobran su “cuota” en todo tipo de conciertos o eventos, como conciertos benéficos, eventos solidarios, etc y muchas veces sobre presupuesto del evento, no sobre las entradas, como ocurre con fiestas de pueblos. Podrían no cobrar cuando es algo benéfico, pero curiosamente siempre cobran y si se denuncia y se arma revuelo mediático dicen que devuelven el dinero aunque luego tengan por costumbre no hacerlo.
- La SGAE no protege los derechos de los autores, sino los derechos patrimoniales cedidos por éstos a los editores. Es un mito que la SGAE defienda a los autores. Lo que defiende son más bien los derechos patrimoniales, el dinero que se puede obtener, cedidos normalmente a las casas discográficas y editores en general. Enarbolan la bandera de la defensa de autores, que queda más bonito y solidario, cuando lo que defienden son los intereses de las empresas que ponen las reglas a esos autores.
- Las discográficas ponen clausulas en los contratos de los artistas para que condenen la “piratería”. Muchos artistas no se creen ni lo que dicen, es bastante evidente, no todos son buenos actores, pero es que no tienen muchas más opciones si no quieren incumplir sus contratos y acabar siendo conocidos por nadie. Esto no disminuye sus responsabilidad, pues por honestidad deberían ser consecuentes y rebelarse a esta imposición. Se cree que la SGAE asesora sobre el tipo de cláusulas que hay que estipular.
- La SGAE es una entidad sin ánimo de lucro. Lo cual no es óbice para que cada vez tengan más y más lujosas sedes multimillonarias. Esto también da que pensar sobre la forma peculiar que tienen de repartir lo que recaudan con los canones digitales y demás. Curiosamente sólo un pequeño porcentaje de los asociados reciben cantidades sustanciales de dinero de la SGAE en concepto de compensación por copia privada.